cómo entendemos aprendizaje
En Yuken concebimos el Aprendizaje como un camino construido por el diálogo entre indagación, integración de experiencias, empatía, reflexividad y emoción
Aprender es un proceso continuo de reconstrucción de experiencias que enriquece nuestro conocimiento y fortalece nuestras habilidades, integrando aspectos cognitivos, emocionales y sociales. Es por ello que creemos en la habilitación del aprendizaje, no en la enseñanza. Con este enfoque, fomentamos el cuestionamiento, la resolución de problemas y la aceptación de los fracasos como elementos valiosos del aprendizaje. Creamos espacios de interacción para niños y adultos que invitan a explorar e indagar, facilitando la adquisición de nuevas competencias y el desarrollo personal.
En adultos, nos centramos en movilizar competencias específicas de innovación y habilidades interdisciplinares como la capacidad de síntesis. Buscamos apoyarlos a provocar cambios significativos en sus vidas profesionales y en sus comunidades, mediante proyectos innovadores que generen un impacto positivo.
En niñ@s, nos enfocamos en movilizar competencias de innovación, creatividad y pensamiento crítico, al tiempo que fomentamos el desarrollo socioemocional en torno a habilidades clave como la comunicación, la colaboración, la empatía y la autonomía. Para ello, hemos creado FUNLAB: un espacio de exploración creativa donde invitamos a l@s niñ@s a descubrir, indagar e inventar soluciones a desafíos que promueven su desarrollo integral.
Aprender construyendo
A través del construccionismo como proceso —construir, planificar, relacionar, conceptualizar y luego hacer para generar sentido— nos enfrentamos con especial eficacia al tan ansiado aprendizaje activo. Este enfoque promueve la integración con nuestro entorno de manera significativa y nos da herramientas para enfrentar nuevos retos, construyendo conocimientos e integrando conceptos de forma creativa.
Aprender en equipo
Compartir momentos de aprendizaje favorece las experiencias dirigidas por el descubrimiento La diversidad impulsa la colaboración y el trabajo en equipo, y crea un ambiente propicio desde donde se habilitan actividades de alto desempeño, como la innovación y surgen resultados exitosos. El hacer sentido compartido de múltiples percepciones genera una síntesis valiosa de conocimientos.
Aprender jugando
El juego es fundamental para nuestra conexión con el mundo. A través de él, experimentamos, nos relacionamos y aprendemos a interactuar con nuestro entorno dando sentido a nuestra experiencia para poder imaginar y luego crear. De esta manera, el juego se constituye como una de las formas más potentes de desarrollar la inteligencia y el modo de aprender de niñ@s y adultos. En nuestras intervenciones educativas, promovemos espacios seguros para experimentar y disfrutar el proceso de jugar.
Aprender con emociones
Las emociones son clave en el aprendizaje. Afectan nuestra capacidad para explorar, adaptarnos, incorporar nuevos conocimientos y valorar los que ya poseemos. Habilidades como la resiliencia, la tolerancia a la frustración y la gestión de la sensación de riesgo, ambigüedad e incertidumbre, son esenciales y en Yuken nos enfocamos en desarrollarlas.
Aprender a fallar
¿Cómo aprendemos a fallar? ¿Cómo construimos un camino donde experimentar e iterar sean conceptos valorados? ¿Cómo manejamos la frustración cuando los resultados no coinciden con nuestras expectativas?
Para encontrar las mejores soluciones, necesitamos un aprendizaje significativo que implique indagación y experimentación. Esto fomenta el aprendizaje a través de errores, mediante la creación de prototipos y el análisis y solución de fallas. Este enfoque es clave en el proceso de innovación. En Yuken, vemos la falla como el resultado de poner a prueba nuestras hipótesis durante el desarrollo de un proyecto. Esto requiere metodología, rigor, flexibilidad mental y resistencia emocional.
Aprender a reflexionar
Desarrollar habilidades reflexivas es esencial en cualquier proceso de aprendizaje. Se trata de formular las preguntas correctas hasta alcanzar un nuevo entendimiento. La reflexión constante e iterativa nos permite cuestionar nuestro entorno, gestionar nuestro propio avance, identificar lo esencial para asimilar nuevos conocimientos y redefinir nuestras acciones. Esto significa involucrarse de manera activa y profunda en nuestras experiencias, explorando problemas complejos y contribuyendo a verdaderas transformaciones.
